Colombo, interpretado por Javier Gutiérrez, trabaja en un garaje 24horas y trapichea con lo que puede para sobrevivir y pagar deudas. Mario, al que da vida Luis Zahera, premiado por este trabajo en el pasado Festival de Málaga, es un aficionado a las aves que contrata a Colombo como chófer para que le lleve en principio a la Costa Brava para ver grullas. A partir de ahí comienza ese viaje que cambiará a estos dos personajes tan distintos pero que van estrechando lazos conforme van atravesando lugares y fronteras, compartiendo vivencias que oscilan entre el drama y la comedia. 

Sin duda, esta tercera película de Pau Durà tiene su principal atractivo en la interpretación de los dos actores protagonistas, capaces de transmitir su fragilidad, dudas, imperfecciones y necesidad de redención de errores pasados e, incluso, de hacer creíbles algunas situaciones inverosímiles en la trama. Destacable también el trabajo de la actriz italiana Teresa Saponangelo, ganadora del David de Donatello por su trabajo en “Fue la mano de Dios”, de Paolo Sorrentino, que defiende muy bien un personaje encajado con calzador.