En “Una madre de Tokio” los protagonistas son el director de Recursos Humanos de una gran empresa de Tokio inmerso en una crisis existencial ya que su mujer le ha dejado, el trabajo le agobia y estresa y no entiende a su hija universitaria. En este estado decide visitar a su madre viuda que sigue regentando un pequeño taller en un barrio popular de la capital y que parece encontrarse en su mejor momento por un renovado interés amoroso. Es, precisamente, esa investigación del hijo por saber qué o quién le proporciona esa nueva felicidad a su madre uno de los puntos más interesantes de esta comedia dramática, llena de pequeños y cuidados detalles, ya que le obliga a replantearse su vida y sus relaciones familiares. 

A punto de cumplir 93 años, Yôji Yamada dejó hace unos años el mundo de los samuráis para centrarse en historias más minimalistas, personales y familiares como vuelve a mostrar esta cinta en la que trabaja de nuevo con la multipremiada actriz Sayuri Yoshinaga, perfecta en su papel como nexo de unión entre generaciones y su espíritu juvenil y solidario, junto a  Yō Ōizumi,  Mei Nagano y  Yukiko Ehara. Muy recomendable